Una separación puede afectar mucho más de lo que esperas, activando heridas profundas del pasado y dejando una idea del futuro rota, incierta. Es común que surja el miedo a vivir sin tu compañer@. También puede sorprenderte la culpa o una rabia desconocida hasta ahora.
Superar una ruptura no es sólo cuestión de tiempo. A veces, necesitamos comprender lo que ha pasado, darle sentido a la experiencia y recolocarnos en nuestra vida, así como una herida puede necesitar limpiezas y curas antes de cicatrizar.
Superar una ruptura
Como hemos visto, una ruptura puede ser un proceso emocionalmente complejo y, a la vez, una fuente de estrés. No solo implica gestionar el dolor de la separación, sino también tomar decisiones importantes sobre la división de bienes, la custodia de hijos o mascotas si los hay, los proyectos en común o sobre tus nuevas condiciones de vida.
En terapia, trabajamos sobre los distintos aspectos del duelo por separación, exploramos cómo te afecta a nivel personal y emocional, y te acompaño en los retos que surgen en el camino.
El objetivo es que puedas reconstruirte desde un lugar de mayor claridad y bienestar.
Sanar y reconstruirte
Es posible que ahora te sea difícil ver algo positivo en esta experiencia, pero puede ser una oportunidad para crecer. En consulta ampliamos nuestro “mapa del amor” con cuestiones como las siguientes.
La elección de la pareja
¿Por qué eliges a quien eliges?
Los patrones relacionales
¿Se te repiten las historias, las dinámicas?
Autoengaño o ceguera
¿No viste las señales? Si las viste, ¿qué te contaste para ignorarlas?
Carencias afectivas
¿Hay algún vacío o necesidad que no estés viendo ni cubriendo?
Referentes afectivos
¿Tenían tus padres, tutores o entorno relaciones sanas?
Primeras experiencias
¿Cómo te han marcado experiencias anteriores?
Anclajes emocionales
¿Tienes reacciones emocionales desproporcionadas o incomprensibles para tus parejas?